Chile le saca una ventaja de US$73.000 millones a Cerro Amarillo
Nos podemos en un escenario hipotético. En el supuesto que el expediente que está en la Legislatura avance y siga su camino con viento a favor, en el mismo período que podría convertirse en un proyecto listo para construirse, Chile ya habrá puesto en marcha 53 proyectos.
Por Edu Gajardo
Mientras en la Argentina hay zonas como Mendoza en donde se sigue discutiendo la importancia de la minería en base a sensaciones, posiciones ideológicas y cero sustento técnico, en Chile siguen su camino para convertirse en actores claves como proveedores de los metales necesarios para avanzar con la electromovilidad y la lucha contra el cambio climático.
En ese contexto, en el vecino país ya se proyectan al 2031 y esperan haber concretado inversiones por US$73.655 millones con 53 proyectos mineros.
Haciendo las cuentas, si la exploración de Cerro Amarillo se iniciara a fines de 2023 y tuviera buenos resultados, podrían pasar hasta 10 años para que se convierta en una mina. Es decir, para el mismo año que Chile ya espera haber concretado inversiones por más de US$70.000 millones, Mendoza podría estar encaminada recién a tener una mina.
El cálculo que señalamos es optimista, pensando que todos los plazos y las ecuaciones sean positivas para el proyecto de cobre ubicado en el departamento de Malargüe. Si no es así, puede ser que incluso cuando Chile concrete inversiones por el monto señalado, en Mendoza aún se estén discutiendo si se hace o no se hace minería.
Esta comparación muestra claramente la importancia de comenzar a explorar ahora los proyectos que se supone que tienen potencial en la cordillera mendocina, porque mientras acá discute una exploración que en cualquier parte del mundo es una cuestión cotidiana, en otros lugares se avanza en el camino inevitable que indica que hay una necesidad de metales para cambiar la matriz energética.
Lo más preocupante es pensar que Cerro Amarillo es el proyecto más avanzado para conseguir el permiso de exploración y -fuera de San Jorge- casi el único que podría desarrollarse en el corto plazo, pensando en que para la minería un corto plazo puede ser de una década.
Por eso, cuando se escucha a los legisladores decir que se tomarán todo el tiempo que sea necesario para tratar un expediente de una DIA de exploración (ni siquiera de un proyecto a poner en marcha), da cuenta de las escasa mirada que tienen los representantes políticos de todos los sectores en Mendoza. También confirma que poco saben de la minería, sus tiempos y nunca escucharon hablar del tren de la oportunidad.
Mendoza tiene un potencial que no sirve de nada si no se explora. El mundo sigue buscando metales para intentar frenar el mismo cambio climático, el mismo que hoy provoca las olas de calor que no tienen precedentes en la provincia. Sin embargo, a la política no le molesta y no les genera ninguna prisa, porque en sus oficinas todos tienen aire acondicionado pagado por nuestros impuestos.
En el Senado de Mendoza se sigue dilatando el tratamiento del expediente de Cerro Amarillo y siguen sumando reuniones para escuchar personas, mientras los plazos corren y una exploración que podría haberse iniciado este verano, ahora deberá esperar hasta el próximo, siempre y cuando la política diga que es posible hacerlo.
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