La política buscará hacer anuncios mineros en Vendimia
El Ejecutivo espera tener definiciones que le permitan hacer anuncios referidos a los proyectos que están impulsando y que quieren mostrar como logros de gestión. El anuncio principal sería el acuerdo con un socio para reactivar Potasio Colorado.
Como siempre en Mendoza hay un antes y un después en el año político y está marcado por la Vendimia. Este 2023 es especialmente importante, porque será la última fiesta con Rodolfo Suarez al frente del Ejecutivo provincial y el mandatario espera hacer anuncios relevantes. Lo curioso, es los anuncios más relevantes estarían relacionados con la actividad minera, la cual parece una invitada de piedra en medio de la celebración de un sector que históricamente ha puesto reparos al desarrollo de la industria en la provincia.
El anuncio más importante que espera hace el gobernador está referido a la concreción de un acuerdo con un socio para reactivar Potasio Río Colorado, el yacimiento ubicado en el departamento de Malargüe. Aunque desde PRC S.A.U. la empresa minera estatal que maneja los activos y está llevando adelante el proceso de evaluación de las ofertas vinculantes, no consideran un plazo específico para definir a un posible socio, desde la política está poniendo como fecha la Vendimia.
El mismo Rodolfo Suarez manifestó que espera que ese proceso esté definido antes de la Vendimia, porque claramente es una fecha clave para su gestión que se vio marcada por el fracaso inicial con la reforma de la 7.722 y la derogación de la Ley 9.209.
No se trata de un anuncio menor, porque sería el proyecto privado más grande en décadas en Mendoza y marcaría un fuerte cambio en materia de exportaciones y pondría a minería entre los sectores productivos más importantes de la provincia.
Dos proyectos más
Pero ese no sería el único tema relacionado con la minería que tocaría el gobernador en sus discursos, sino que también pondría como logros la exploración de Hierro Indio y el tratamiento del proyecto de la DIA de exploración de Cerro Amarillo en la Legislatura.
En el primero de los casos, tras asociarse con el Estado provincial a través de PRC, Hierro Indio S.A. está avanzando con el proceso de exploración y podrían tener algunos resultados preliminares para la primera semana de marzo.
El caso de Cerro Amarillo es más complejo, porque contrario a lo que esperaba el Gobierno -y que le había prometido a los concesionarios del yacimiento- el tratamiento del expediente se ralentizó de tal manera que aún no tiene dictamen de comisiones en el Senado y recién volverá a ser tratado recién en febrero.
De este modo, y considerando los tiempos que se ha tomado la primera de las cámaras en revisarlo, es poco probable que esa exploración esté autorizada para la primera semana de marzo, especialmente porque en caso de ser aprobada en el Senado, en Diputados tendrá más oposición -y tal como ocurrió entre noviembre y diciembre- se espera que muchos legisladores pongan reparos y citen más especialistas para que les expliquen lo que significan los estudios realizados y sus alcances.
Con ese panorama, Suarez no podría anunciar la aprobación del segundo expediente de exploración en los casi 16 años de existencia de la 7.722.
El Ejecutivo había prometido a los encargados del proyecto que la DIA tendría un tratamiento expedito apuntando a tener la autorización para explorar antes de que terminara diciembre. La idea era que se pudiera aprovechar la ventana meteorológica para realizar los trabajo y que va de diciembre a marzo. El resto del tiempo es imposible por las condiciones del tiempo hacer los trabajos en la zona que está ubicado en la cordillera del departamento de Malargüe.
Ahora, sin posibilidad de iniciar una exploración este verano, en el sector minero esperan que más allá de que no se cumplieron los plazos que esperaban, se logre la aprobación y poder proyectar los trabajos para fines de este año. Cerro Amarillo es clave porque es un proyecto con mucho potencial, el cual de confirmarse y resultar positivos una larga serie de análisis, podría ser una mina en producción en un plazo de cinco (con todo el viento a favor) a diez años.
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