Sin litio, pero con cobre: Mendoza debe decidir si quiere ser clave en la transición energética

Si bien el litio vive un boom, desde la Nación tienen claro que la Argentina se deberia enfocar en el desarrollo de la minería del cobre, con un impacto económico mucho mayor que el resto de los minerales que hoy parecen como prioritarios para el desarrollo de -entre otras cosas- la electromovilidad.

Por Edu Gajardo

Las palabras de la secretaria de Minería de la Nación, Fernanda Ávila, aparecen como una nueva señal y un guiño para Mendoza, como avisando que el tiempo avanza, no se detiene y por la negativa al desarrollo de la minería en la provincia no se detienen cuestiones claves como la electromovilidad.

La funcionaria rescató la importancia que hay que darle a la industria del cobre mientras todos los ojos parecen posarse sobre el boom del litio. Destacó la gran diferencia que existe en cuanto al impacto económico de los proyectos para conseguir uno y otro mineral. En ese sentido, cabe destacar que el real potencial de Mendoza es el cobre, pero el tiempo para poder aprovechar ese potencial y transformarlo en beneficios reales, pasa sin que se tomen las decisiones necesarias para aprovecharlo.

Ya redunda decir que la actividad minera está directamente ligada al proceso de transición energética y en el paso a la carbono neutralidad, pero una cuestión clave son los plazos para poder ser parte de todo el proceso y, en el caso de Mendoza, un actor clave.

Aunque desde los sectores antimineros insisten en hablar de cianuro, en la provincia el potencial real es el cobre, el cual no utiliza ese químico para su proceso de producción y, dependiendo del material, se puede conseguir en base a lixiviación o flotación.

Fernanda Ávila participó del encuentro sobre transición energética organizado por BAE Negocios. Allí hizo una comparación entre el impacto de los proyectos de litio y los de cobre. En ese sentido, señaló: "Un proyecto de litio demanda una inversión aproximada de US$ 450 millones, en tanto que uno de cobre ronda los US$ 4.000 millones. De hecho una inversión en litio representa unos 300 puestos de trabajo permanentes, mientras que en el caso del cobre estamos hablando de 3.000".

La funcionaria proyecto, en otro encuentro organizado por Ámbito, que “con los seis proyectos de litio y de cobre en construcción, en 2026 podríamos estar exportando casi US$ 10.000 millones, tres veces más que lo actual”.

El proyecto de cobre que menciona es Josemaría en San Juan, el cual significa una inversión de US$4.000 millones y en solitario será capaz de exportar unos US$1.500 millones de dólares por año, que es casi la totalidad de lo que exporta Mendoza con toda su industria.

La Argentina hoy está apostando a ser parte de la transición energética con un sólo mineral, que es el litio, mientras que Chile avanza con el litio y también con el cobre. Además, el vecino país suma avances muy importante en el desarrollo de proyectos de hidrógeno verde, combustible que justamente está teniendo un fuerte impulso desde el propio sector minero trasandino.

Mendoza hoy no aprovecha este opción como un aporte a la matriz productiva y todo lo que eso implica, pero además decide dejar pasar la oportunidad de ser un actor en un proceso en el que los líderes del mundo ya están inmersos.

El litio, el cobre y las denominadas tierras raras son tan importantes que hace algunos meses la comandante del Ejército del Comando Sur, generala Laura Richardson, mostró preocupación por la presencia China en los proyectos del denominado triángulo del litio (Bolivia, Argentina y Chile).

Por eso, mientras en otros lugares del mundo tienen pocas herramientas, Mendoza puede ser un actor clave para el mundo y el cambio climático si decide avanzar con el desarrollo de la industria del cobre. La cuestión, es que hoy ya está atrasada respecto a otras zonas con potencial y se puede perder el tren de la oportunidad.

Lo cierto es que el mundo avanza hacia los cambios en la matriz energética y no esperará a la Provincia, porque no hay vuelta atrás en el camino a la electromovilidad y la carbono neutralidad.