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Modelo de proveedores en Chile: "Tres de cada cuatro empleos proviene de nosotros"

  • Foto del escritor: Edu Gajardo
    Edu Gajardo
  • hace 5 días
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: hace 2 días

Dominique Viera, titular de Aprimín, destaca el peso social de los proveedores en la industria minera y anima a Argentina a replicar el modelo.


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Dominique Viera, titular de la Asociación de Proveedores Industriales de la Minería en Chile (APRIMIN), analizó la minería en la región.


Viera abordó el papel de los proveedores en la industria actual, la importancia de la especialización y la innovación. También se refirió a la controversia generada por la presencia de empresas chilenas en proyectos mineros argentinos.


Viera propuso colaboración y desarrollo conjunto entre ambos países. Su análisis destaca cómo el ecosistema de proveedores impulsa el sector minero chileno y presenta este modelo como una oportunidad para el avance de la minería en Argentina.


-Explíquenos qué es Aprimín, qué empresas la componen, cómo trabajan ustedes.


-Aprimin es la asociación de proveedores industriales de la minería. Aproximadamente 150 empresas la componen, pues tenemos un estatuto que los miembros deben cumplir para mantener la homogeneidad de los socios. El foco: en Chile notamos asimetrías de información o poder entre los contratos de proveedores con las mineras. Así, surge una asociación que equilibra la minería. Somos empresas proveedoras, contratistas, prestamos servicio, pero en general no son empresas pequeñas; son empresas grandes que influyen y equilibran como asociación.


-¿Cómo ha sido esta experiencia de tratar con las empresas de la gran minería en Chile, que son referencia mundial?


-Aprovecho su pregunta, muy buena, para desmentir mitos. Cuando se habla de minería, se piensa en la compañía minera, la que extrae la roca. Sin embargo, hoy en día, al menos en Chile, tres de cada cuatro empleos provienen de empresas como las nuestras, empresas proveedoras. La gran minería en Chile no existiría si no fuera porque inició con el desarrollo proveedor, algo que Argentina debería fomentar.


-¿Qué hacen ustedes para profundizar en ese trabajo de especialización? ¿Cómo Aprimín ayuda a los proveedores a especializarse?


-En Aprimín, nuestras empresas son grandes. No todas son chilenas; más de la mitad son globales. Muchas están también en Argentina. Para muchas de estas empresas, la innovación y el desarrollo son importantes. Tenemos convenios con otras asociaciones de proveedores más pequeños, locales, startups, incluso empresas proveedoras de mujeres. La idea es incorporar el conocimiento útil de los más pequeños. A veces cometemos el error de pensar, por ejemplo, si quiero desarrollar mi industria, no compro más camiones mineros a nadie; quiero que se hagan en Chile. Nosotros pensamos, ¿para qué vamos a inventar la rueda?. Se pueden hacer, pero sin cometer el error de decir, "elimino a uno para fomentar a otro". Creo que esa cultura muchas veces hace que el avance sea más lento y el mundo avance más rápido, porque ellos llevan décadas desarrollando ese conocimiento.


-¿Cómo está el proveedor chileno hoy para trabajar en cualquier proyecto del mundo?


-Si se trata de minería, creo que bien. Los estándares exigidos para participar en minería son muy altos. No importa si la empresa es grande o pequeña, si trabaja con compañías mineras, al menos en Chile. Se sabe que antes de iniciar se necesitan matrices de seguridad para todos los trabajadores, un estándar mínimo de elementos de protección personal, muchas cosas.


-Hay cierta controversia en San Juan por el trabajo de Vicuña, BHP y Lundin. Se habla de proveedores extranjeros, especialmente chilenos, lo que resulta lógico por cercanía y experiencia. ¿Qué opina de este ruido, del reclamo por no dar prioridad al proveedor local?


-Creo que nada asegura que al llegar una industria se obtendrá algo. Se debe trabajar. Ahora, si es chileno, peruano o norteamericano, es probable, como nos pasa también en Chile, que al faltar especialistas llegue gente de otras partes. Lo importante es cómo me adapto o qué convenios puedo hacer para capacitar gente. Aseguro que si los proveedores, chilenos o extranjeros, van al Distrito Vicuña, nos disputaremos los trabajadores en Argentina, Perú y Chile, pues hoy falta mano de obra. Falta mano de obra capacitada. En Chile, por ejemplo, tenemos el Consejo de Competencias Mineras, financiado por asociaciones como la nuestra y mineras. Evaluamos qué competencias se necesitan en los próximos años. Identificamos que definitivamente faltarán 34 mil puestos de trabajo de mantenedores mecánicos, eléctricos y operadores. Esto indica que si los argentinos de la zona quisieran venir a Chile, aquí tendrían un buen empleo, pues son empleos bien pagados, de calidad. Creo que también hay oportunidades para conocer. El miedo es natural. Pero creo que habrá trabajo para todos.


-Al parecer no hay una dimensión de lo que significan estos proyectos, especialmente Vicuña y otros grandes proyectos en carpeta en San Juan. Quizás hoy se ve que proveedores chilenos pueden llegar, pero en el futuro, los chilenos buscarán argentinos para algunos proyectos aquí.


-La falta de mano de obra especializada no es un problema solo de Argentina; es un problema generalizado. En Chile también. Traemos muchos peruanos. Las empresas, incluso nosotros los proveedores, invertimos mucho en generar mano de obra calificada, y luego las mineras nos la roban para su personal directo. Cuando se quiere seguir creciendo lo importante es prepararse, conocer lo que faltará. En el caso de Chile, creo que también puede haber presión porque BHP está en Chile y trabaja con proveedores en Chile. Y proveedores argentinos también, me imagino que trabajan. No es una cuestión de nacionalidad. Creo que esto abre una oportunidad a los proveedores argentinos para trabajar a nivel global con BHP.


También obliga a las organizaciones a proyectar las necesidades futuras para tener proveedores listos cuando se necesiten.


-Sí. Y que se hagan convenios. Si una empresa tendrá planta concentradora, que vayan a Chile, hagan convenios, conozcan plantas concentradoras, capacítense, o a Perú. Creo que son los dos países más cercanos para ver cómo se hacen algunas cosas, pero luego aprovechar el salto estratégico. Y no pensar en la minería solo como roca. Hay mucho servicio. Desde software, informática, datos. Hoy en día, en 5 o 10 años, en Chile ya nadie maneja camiones, son autónomos, como los Tesla. Y manejan desde el sur, desde Santiago, con un joystick. Quizás en el futuro con anteojos. Hoy, el gran boom en minería son los datos. Es conocer temas informáticos, cómo procesan los datos, sensores. No pensemos en la minería como algo industrial, porque hay otras áreas de desarrollo de proveedores que serán más necesarias en los próximos 5 años. La pregunta es, ¿qué necesito hoy? ¿O en 5 años más para qué me preparo? Eso también resulta interesante.


-¿En Chile miran mucho a Argentina? ¿O aún se enfocan en la falta de personal especializado en Chile?


-Creo que ambas cosas. Quien tiene una empresa siempre busca posibilidades en otros países, en Perú, de migrar y crecer. Es lo natural. Antes no veíamos tanto a Argentina como en estos últimos años, pues las condiciones no se habían dado para tomarlo en serio. Pero hoy vemos que varios grupos piensan seriamente en instalarse. Para quienes trabajamos en esto, siempre será interesante. Pero creo que debe ser interesante para los argentinos. Si hubieran conocido las zonas mineras en Chile hace 50 años. El desarrollo, las vidas que han cambiado, son impresionantes. En ese tiempo, vinieron muchos estadounidenses, muchos extranjeros. Aprendimos. Aún hay empresas extranjeras, pero casi todos los trabajadores son chilenos. Aquí al menos se especializan afuera. Creo que se pueden hacer muchos convenios, y al final benefician a la región. Porque, sin importar la nacionalidad de la empresa, es importante que los recursos permanezcan en la región para que la gente viva mejor y que se aseguren salarios bien pagados.

#MásMinería

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