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Lucero, sobre los tiempos mineros: "Controlar la ansiedad" para no arruinar el futuro

  • Foto del escritor: Edu Gajardo
    Edu Gajardo
  • 12 sept
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 14 sept

El Secretario de Minería puso el foco en el desfase entre las expectativas de la sociedad y los extensos plazos de desarrollo de los proyectos. Sostuvo que la falta de comprensión de estos plazos es un "desafío enorme" para Argentina.

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En un momento de gran expectativa para la minería en Argentina, con el posible despegue de proyectos de cobre de clase mundial, el Secretario de Minería, Luis Lucero, se pronunció en el Congreso. Su mensaje, un llamado a la paciencia y a la realidad. Una advertencia ante la ansiedad de resultados inmediatos.


La agenda del cobre, con proyectos como Josemaría, El Pachón, Taca Taca, Agua Rica y San Jorge, se posiciona como una de las grandes promesas económicas del país. No obstante, Lucero, en un gesto de realismo, busca moderar la euforia con una dosis de realidad: la minería no es un sprint, sino una maratón.


Su advertencia sobre la "ansiedad colectiva" se puede leer como una crítica sutil a la inmediatez política y económica. Los plazos de desarrollo de una mina, que superan la década y media, chocan con los ciclos de gobierno de cuatro años. La declaración de Lucero en un evento en el Congreso de la Nación, frente a legisladores y otros actores clave, subraya la necesidad de que la minería sea tratada como una política de Estado que trascienda las administraciones de turno.


El rol de Argentina en el mercado global


Las palabras del secretario también tienen un eco en el contexto internacional. La demanda de cobre a nivel global crece exponencialmente, impulsada por la transición energética y la electrificación. Argentina, con su potencial geológico, se encuentra en una posición estratégica.


Lucero, al pedir "inteligencia colectiva", no solo se refiere a la paciencia local, sino también a la necesidad de crear un marco estable y previsible que atraiga la inversión extranjera. Los inversores buscan seguridad jurídica y un ambiente favorable a largo plazo, entendiendo que el retorno de capital en la minería es lento y depende de la estabilidad del país anfitrión.


La referencia a no "arruinarlo todo" es un mensaje directo sobre los riesgos de cambios abruptos en las reglas de juego, que podrían ahuyentar el capital que estos proyectos multimillonarios requieren.


Las palabras de Lucero



"Y quiero terminar con lo que hoy se me ocurrió marcar como desafíos estructurales. Necesitamos comprender los tiempos de esta industria. Comprender los tiempos de la minería es un desafío enorme para la Argentina, creo yo. La construcción de una mina de clase mundial de cobre toma 4 años, 4 años. A mí todavía me sorprende la dimensión de lo que estamos hablando: 4 años que siguen a uno o dos del estudio de factibilidad, que siguen a los 10 o 12 de exploración, y no estamos, creo yo, acostumbrados a ver esa clase de esfuerzo continuado. Así que, para nosotros, para todos nosotros, dirigentes sociales, comprender esos tiempos es vital. Y la otra cosa con la que quiero cerrar es: tengamos inteligencia colectiva y emocional, y sepamos esperar para ver los frutos de esa inversión y para ver los frutos de los proyectos. Controlemos la ansiedad, si me permiten que lo diga así. Sepamos esperar, no les pidamos a los proyectos frutos antes de lo que los pueden dar, porque la verdad, creo que corremos el riesgo de, lo voy a decir fuerte, arruinar todo. No, no, no está dicho que vamos a tener el cobre que podríamos tener. Llegamos, tenemos que llegar a tenerlo y tenemos que ser inteligentes para llegar a tenerlo, pero es un desafío de 5, 7, 8, 10 años que trasciende largamente el tiempo que cualquiera de nosotros va a estar en estas posiciones. Yo tengo asumido que yo voy a ser, en el mejor de los casos, un granito de arena en la larga cadena que nos puede permitir tener minería en Argentina".

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